¿Para qué tanto por qué?
Toda la noche se pasó como un niño preguntando por qué, por qué, por qué. Y la única respuesta que ella tenía a tan soñado encuentro era UN BESO. El resto fue por añadidura.
Toda la noche se pasó como un niño preguntando por qué, por qué, por qué. Y la única respuesta que ella tenía a tan soñado encuentro era UN BESO. El resto fue por añadidura.
Publicadas por Natalia S.ST los 8:46 a. m.
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