sábado, diciembre 29, 2012

Pérdida


Tengo nostalgia del hijo que perdí porque aún sin conocer su rostro ya aceptaba que era mío.

Tengo nostalgia del hijo que perdí cuando mis amigos hablan de los suyos como si fueran querubines.

Enanitos gigantes, peladitos con rulos. Tengo nostalgia.

Tengo nostalgia del hijo que perdí porque aún sin saber si su padre estaría, daba fe que mi amor era suficiente para hacer de él un niño feliz. 

Tengo nostalgia.

Y es que imaginaba sus pies descalzos con pelusas entre los dedos, los pañales mojados y una sonrisa suave, inocente, con ojos cristalinos agradeciendo las caricias en sus pequeñas manos. 

Tengo nostalgia, porque lo perdí, porque él decidió esperar otra vida sin darme la oportunidad de tenerlo en mis brazos. 

Tengo nostalgia.
    

miércoles, diciembre 26, 2012

Sexo solo por sexo

Sexo sólo por sexo no siempre es... Juliana creía ser una mujer que separaba su oficio del corazón, todos los días a eso de las nueve de la noche se comenzaba a arreglar para salir a la calle. Nunca fue una puta cualquiera. Su negocio no eran las esquinas ni tampoco los encuentros privados. Ella se sentaba en la barra de un bar y esperaba encontrarse con hombres deprimidos.

-¿Hombres deprimidos? 

Claro, ese era su objetivo. Hombres sensibles, vulnerables que estuvieran pasando por un mal rato. Hombres que se sentaran con la mirada perdida, los ojos vidriosos, el corazón destrozado y la cabeza a gachas. Hombres solos que estuvieran deseando desaparecer y en el peor de los casos suicidarse.

-Yaaa pero cómo, igual freak la mina...


Si no fuera freak no te estaría contando po´weón. Yo tenía claro que Juliana era puta y como siempre me llamó la atención su modus operandi, ese afán de observar y aproximarse a los hombres en su peor momento, decidí un día llegar a trabajar de muy mal ánimo para ver si ella se fijaba en mí. Pero no, seguía sentanda en un su esquina, con las piernas cruzadas y fumando un cigarro tras otro. A sus ojos era un hombre invisible.
Me vas a creer que ese día no se fue con ningún tipo, pero cuando llegó el final de la noche se acercó a mi, dio un golpe seco en la barra y me dijo con una mirada cuática, de esas que dan escalofríos: "A mi no me engañas"... quedé peor con más ganas de saber qué pasaba por su mente. Entonces, la comencé a seguir, busqué la forma de escuchar cada una de sus conversaciones en el bar, pero nada. No entendía nada y tampoco no sacaba nada con preguntarle directamente qué era lo que buscaba porque mi presencia le era indiferente. O por lo menos ella me hacía sentir eso... weón me sentía un sicópata de mierda. Un weón obsesionado.
No dejaba de pensar ni un puto segundo en ella, en su opción
Pero un día 'x' se acostó con un "amigo" que conocía hace muy poco tiempo y cuando estaba en pleno se dio cuenta que lo amaba.

- jajaja las weas que me contay. Una hora escuchando tu historia y aquí me tení clavado sin cachar na'... y tú como sabes que la mina se enganchó a la primera.


El polvo fue corto. No más de cinco minutos. Pero basto una penetrá para que quedara clavada. Pasa que al día siguiente como ella había cachado que yo saludé a este weón con un gesto, supuso que era más que un cliente y me fue a preguntar por él. Y, antes que yo le contestara se confesó así rápido sin dudar nada, ni el tiempo, ni la circunstancia. Nada. "Estoy enamorada necesito estar con él, sexo solo por sexo, no es nada. Soy puta lo sé necesitaba la plata. Si tu quieres saber algo de mi pregunta. Pero porfa dime dónde puedo encontrar a tu amigo..." A esa altura ya entendía lo que pasaba.   


* La puta se pescaba a hombres deprimidos para hacerlos feliz, darle un par de consejos y no sentirse tan puta.