miércoles, noviembre 10, 2010

Señor Bohemia

César, he decidido ser fiel a tus andanzas. Te acompañaré desde hoy por el resto de tus días . Pero así como yo seré tu plebeyo, tú tendrás que responder a mi con los latidos de tu corazón.

Señor bohemia, tú deberás alimentar mi espíritu con tus fiestas y salidas. Me enseñarás a vivir y disfrutar de los pequeños y grandes momentos de mi existencia. Me mostrarás distintas formas de ver lo que nos mueve. Me enseñarás a comprender los valores de la universalidad de los hombres despojados de todo objetivo racial o político. Así, de ésta forma, yo volaré por el firmamento y concurriré a la luz de las estrellas para que iluminen mi imaginación y sea fácil escribir mis cuentos y poesías, sin dejar de lado mi desempeño como periodista.

Y si bien esto ha sido lo que habíamos acordamos, hoy te digo que ya no puedo más. Me siento sometido a una situación insoluble que no esperaba. Por ti, por mi, por él... ¡Sí! Por el señor Bohemía, quien dijo ser "fiel a mis andazas", pero que hasta el momento lo único que ha provocado en mi es la confusión y el desengaño a mis palabras. Convirtiendo mi mente es una maraña de conocimientos que no sabe hacia donde apuntar; mi vida desenfrenada como una veleta que gira de norte a sur sin detenerse en ningún sentido, no consigue ver un punto de partida para volver a empezar. Y así, naufragado en mis propios pasos decido no dar pie atrás porque la única forma de detener esta tormenta de sentimientos es entregar mi sangre a la tierra y mi alma al sol.



Pensando en la vida de César Dávila Andrade (Poeta , narrador y ensayista ecuatoriano nació en Cuenca en 1918. Formó parte del grupo literario Madrugada y a partir de 1951 vivió en Venezuela, donde ejerció como periodista y reafirmó su carrera en las letras. Allí, su vida bohemia y angustiosa le llevaron al suicidio en Caracas en 1967. Dávila Andrade fue un hombre fundamental en el proceso evolutivo y en la madurez de la lírica ecuatoriana de la segunda mitad del siglo XX) propongo una última reflexión, este monólogo antes del suicidio.

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