jueves, octubre 28, 2010

Un vecino malvado

No puedo ser tan desdichado, para el 73 tenía como vecino a Álvaro Corbalán Castilla, para unos un héroe, pero para mi un asesino en serie, un traidor de su pueblo. Y es que independientemente de todos los problemas políticos que hay no me cabe en la cabeza la existencia de gente que viola los derechos humanos.

Mi casa era pareada con la de él, y cómo el muro divisorio del patio trasero, lugar donde se sentaban a cranear sus delitos, era bajo yo me hacía partícipe, sin que se dieran cuenta, de todas las reuniones que tenía con sus camaradas de la Brigada Azul de la Central Nacional de Informaciones (CNI). Éste era el organismo que reemplazó a la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional).

Antes que la justicia lo procesara yo tenía bien claro de quién se trataba y conocía gran parte de sus fechorías: personas torturadas, secuestradas y luego ejecutadas, muertos por falsos enfrentamientos o aplicación de la ley de fuga para dar muerte a los prisioneros. Tanto escuché, pero no pude hacer nada por miedo a perder a mi familia.

El 14 de noviembre del '75, en una de sus reuniones se acordó secuestrar a Juan Luis Rivero, no sé si acuerdan de las noticias, fue a quien en marzo de 2001encontraron en el Fuerte Arteaga. Los asesinos que planeaban siempre iban en contra de dirigentes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), comunistas o gente de izquierda.

Sin embargo, la muerte de Rivero y de tantos más, no me impresionó de la misma forma que el atentado contra la vida del conocido sindicalista de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT),Tucapel Jiménez. Y es que yo sabía que su muerte estaba siendo encubierta con el asesinato del carpintero Juan Alegría Mondaca, e insisto el miedo me helaba y no me permitía hablar. Para mi compartir vecindario con Corbalán fue un martirio y hoy viejo con el corazón desgarrado confieso que nunca me voy a perdonar el no haber protegido la vida de estas personas, pero el miedo me ganó.



Cuento ficción utilizando datos de la vida real y personajes de la vida real.

martes, octubre 26, 2010

Libros que no discriminan

Libros con versos, historias y fantasías. Cada letra impresa en tus hojas forman un laberinto desconocido que me lleva a otra dimensión.

Sentimientos fluidos por el puño de tu autor. Quien te escribe de la vida, quien te escribe del amor. Relatos de reyes, princesas y musas. Brujas, ogros y dragones. Todo expresado  en palabras. Palabras dulces, palabras fuertes, palabras saladas.
Libros rebosados de figuras literarias das sentido fragmentado con odas al picaflor, a la cebolla, a todo. A un Universo infinito... absolutamente a todo. Todo, todo es fuente de inspiración para los libros.

Libros que no discriminan ni por ideales. ¡Libro! que me cuidas y acompañas en momentos de soledad. En ti puedo confiar hasta mi pensamiento más cochino. Cuando tomo tu cuerpo me llenas de amor, de sentimientos buenos y malos. Me cautivas con esperanzas, con conocimientos, todo lo que necesito lo encuentro en ti. Donde vaya tú estás, te encuentro: en bibliotecas, en estantes, en las calles. Tu familia es extensa, jóvenes, viejos y viejos sabios.
Siempre estás, todos te usan, nadie te deja.

¿Por qué? Tan solo porque eres libro.

sábado, octubre 23, 2010

Mar

Mar, inerte es tu agua llena de vida en su interior. Peces, focas y algas no es nada para todo lo que tienes.
Pienso en ti cuando me siento sola. En tu tremendo cofre de sentimientos ajenos con intensas historias de amor, buenaventuras y muerte. Y en tu largo recorrido por Chile, me detengo en Isla Negra, para hablar de ti y de mi.
Ahí, acompañado de grandes rocas, en las que me siento a pensar en el pasado, rescato la sonrisa de mi abuelita cuando chapoteaba con su rostro irradiando placer las caricias de tu espuma blanca.

Atenta escucho el ir y venir de tus enormes olas que lucen en degradé. Olas que revientan fuerte y forman esa brisa húmeda y espesa que roza a quienes se aproximan a ti.
Tardes enteras me hablas, me aconsejas como acabar con mi pesar. Y si estoy contenta logras que el amor rebose por mi cara.
En el día, tus olas reclaman compañía. Yo siempre fiel, hasta con lluvia te acompaño. Tu hielo me toca. Me toca fuerte y corre por mis venas, pero a pesar que siento dolor me haces sentir bien. No soy masoquista pero me gusta que seas brusco.
Tu voz es fuerte, revientas y me asustas; y cuando te enojas lo sé no respetas a nadie.
Ante la ira de la gente te tragas los cuerpos de muchos, pero eres al único a quien se perdona.
Y yo ¿Te perdono? En la calma de tus aguas escondidas algún día yaserán mis cenizas esparcidas.

Respondo a una pregunta

¿Te has dado cuenta que el otoño es como una vaca amarilla? César Dávila Andrade

- ¿Yo darme cuenta? Soy la persona más despistada de este planeta. Intento escuchar pero no oigo, Observo y no veo. Respiro y no siento. Ciega, sorda y muda encerrada en las cuatro paredes de mi ser. Sin responder a ningún sentido y para el resto considerada un vegetal. A pesar de todo mi cuerpo funciona y aquí estoy viva frente a mis padres sin poder decir te quiero.