miércoles, febrero 10, 2010

Reportaje: “La gente nos ve como seres de mala suerte”

Presidente de la Asociación Gremial Nacional de Dueños de Funerarias

“La gente nos ve como seres de mala suerte”


Propietario de una empresa de pompas fúnebres, Manuel Pavez Henríquez, habla de lo difícil que es trabajar en este medio donde asegura sentirse fascinado con un oficio que defiende hasta la muerte.

Cerca de las 17.30 horas, Manuel Pavez Henríquez, el dueño de la funeraria "La Pompeya", ubicada en Portugal con Marín, torre 23, reponía fuerzas con un tentempié de galletas y café cuando observó que dos sujetos entraron por la puerta de la oficina.
- Usted es don Manuel Pavez
- Sí, dígame ¿qué se le ofrece?
- Venimos de parte del municipio a notificarlo por abrir sus oficinas sin contar con una patente que se lo permita
- No he cometido ningún delito, todavía no abro al público
- Señor nosotros no podemos hacer nada. Firme aquí
Pavez no insistió más, porque aseguró que estaba en todas las de la Ley, además su abogado ya lo había advertido de esa posible visita. Sin embargo, su cuerpo mostró lo contrario: sus manos temblaron, los ojos se cubrieron de lágrimas y su rostro cubierto de frustración se articuló para pedir un último favor.
- ¡No me clausuren! Si cierran mi local me voy a la cresta. Imagínese desde el ’96 que soy el Presidente Nacional de la Asociación Gremial de Dueños de Funeraria (AGRENAF). Esto nunca me había pasado.
Hace un mes que Pavez se trasladó con su empresa fúnebre a esta oficina. Desde en que llegó con sus ataúdes y cruces al lugar empezó con los problemas. Los propietarios de la torre de 22, llevaron una carta a la Municipalidad De Santiago, exigiendo que lo desalojaran. La razón… “No puede haber una funeraria porque atrae a los espíritus y las malas energías”, comenta Guillermo Quiroz, Administrador del edificio.
A los días le llegó un parte. La multa superaba los cien mil pesos. El negocio de Pavez contaba con el permiso sanitario que entrega el SEREMI de Salud, la iniciación de actividades entregada por el Servicio de Impuestos Internos y estaba en trámite el permiso municipal. “Ya había hecho las remodelaciones que me pedían, ahora esperaba que me llegara la patente. Por eso no entiendo la notificación”, dice Pavez.
Las funerarias son un lugar que lucra con la muerte y que presta diversos servicios. Trámites legales del Servicio Médico Legal para certificar la muerte del difunto, contrato con los cementerios, urna, maquillaje, arreglos florales, obituario, velatorio, entierro o cremación. Por eso según Pavez será una actividad que va a defender “hasta la muerte”. 

Nos miran como buitres
Pavez lleva treinta años trabajando en funerarias. En su puesto como presidente de AGRENAF, ha tenido una lucha constante por desestigmatizar la visión que se tiene de los funerarios y darle un significado cercano, humanizado y respetuoso, para ser reconocido positivamente por la gente.
“Nosotros no somos puro comercio, ni menos buitres que nos entrometemos en las familias”, comenta Pavez.
En las reuniones con los otros 78 dueños o representantes legales de las funerarias de Chile, Pavez se encarga de traspasarle “que tengan un sentimiento de ayuda hacia la gente en los momentos difíciles porque sabemos como tratar a un muerto, hacer las cosas bien, ponerlo en la urna, y dejarlos descansar en paz”.
Aunque asegura que siempre ha tendido problemas con su oficio, nunca habían sido de tipo legal. Desde que se cambió a esta dirección la vida se le ha puesto muy difícil.
Antes había tenido que enfrentar los problemas con los “buitres” que son trabajadores enviados por casas funerarias a las puertas de postas y hospitales para acercarse a los deudos cuando se ha producido la muerte de un ser querido y ofrecerle la prestación de su servicio. Se les apodó así porque se vestían de negro y estaban pendientes de los cuerpos muertos. Pero no afectaban directamente a su empresa.
La muerte, para cualquier credo, es sin duda un momento sagrado y triste en donde las personas se desprenden de la vida terrenal y abandonan este mundo para siempre. La muerte, siempre ha generado temor ya que al ser humano le cuesta enfrentar lo desconocido. Causa desconfianza y rechazo en la gente por la falta de humanidad y por la frialdad con que tratan este momento triste y sagrado.
Según Pavez ésta es la razón por la gente se asusta e inventa cosas en contra de su oficio. “La muerte es la única verdad. Por eso, yo no voy a permitir que me cierren el local además según el reglamento de esta torre se prohíben los pub, locales de comida rápida y nocturnos pero en ningún lado dice funerarias”.



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